Syrah
Syrah o shiraz, una uva mágica, perfumada y elegante, con una increíble capacidad de adaptación a los climas más dispares. Sea cual sea su estilo, hay un gran vino de esta uva aguardándole.
Penfolds Koonunga Hill Shiraz-Cabernet 2022
Syrah
Syrah o shiraz, una uva mágica, perfumada y elegante, con una increíble capacidad de adaptación a los climas más dispares. Sea cual sea su estilo, hay un gran vino de esta uva aguardándole.
La syrah, o shiraz como se conoce en el Nuevo Mundo, es hoy en día la quinta uva tinta más plantada del planeta, en regiones tan dispares como Francia, Australia, Sudáfrica, California, Nueva Zelanda, España o Chile. Sin embargo, si nos remontamos veinticinco años atrás, pocos aficionados al vino habían oído hablar demasiado de ella, a excepción de los fanáticos de los vinos del Rhône (Ródano).
La syrah es una magnífica uva tinta que se dice es originaria de la población de Shiraz, en el actual Irán. No obstante, su feudo histórico debe buscarse al norte del Ródano, donde se la conoce con el nombre de syrah y, desde donde emigró a Australia, su otro gran terruño, con el nombre de shyraz. Tal distinción no se debe únicamente a una cuestión de nomenclatura, sino que va mucho más allá.
En Francia, desde Valence hasta Vienne, los vinos son florales y especiados, y transmiten una fría sensación de mineralidad que los convierte en tremendamente elegantes y sofisticados. Côte-Rotie, Hermitage, Cornas y Saint-Joseph son algunas de las AOC que todo aficionado interesado en los vinos de syrah debe conocer; en las dos primeras los vinos son potentes a la par que finos y requieren de cierto envejecimiento en botella para dar lo mejor de sí. Cornas y Saint-Joseph ofrecen ejemplos menos longevos, con buena fruta aunque algo más rústicos.
En Australia, en la otra punta del globo, el estilo es casi el opuesto, con vinos mucho más corpulentos en los que se siente la calidez del clima y las maderas. Cierto es que con la uva shiraz se elaboran muchos vinos de consumo diario, que buscan la potencia y el color de la variedad, pero también que algunos de los mejores vinos de shiraz del mundo, entre ellos el Penfolds Grange, tienen su origen en la tierra del canguro.
En Italia, la syrah se ha cultivado con éxito durante años en el Valle de Aosta, en la Toscana y en Sicilia. En la Toscana, ya se utilizaba en el siglo XIX para redondear los vinos del Chianti; hoy, sobre todo en la zona de Cortona, vecina de Montepulciano, adopta un interesante perfil mineral que la hace también apta para la elaboración de vinos de crianza. Es la base de unos vinos tersos, sutiles y perfumados, vinos de montaña, en el Valle de Aosta, donde mezclada con otras variedades, sobre todo en la zona de Torrette, se utiliza también para conferir elegancia a la autóctona petit rouge. Da unos vinos más redondos, sedosos y mediterráneos en Sicilia, especialmente en la parte occidental, con algunos vinos de reserva que se sitúan en la cumbre de los vinos más polifacéticos y ricos de la isla.
El buen syrah/shiraz huele a violetas y pimienta, a moras y grosellas negras y, en ocasiones, a humo y hierbas aromáticas como el romero. Los más maduros, especialmente en Australia, son cremosos y achocolatados, terrosos y estructurados. Con el tiempo en botella, los mejores adquieren aromas de cuero y tabaco.