González Byass

Corría el año 1835 cuando el joven Manuel María González Ángel iniciaba una larga trayectoria dedicada al mundo del vino. Comenzó su andadura como comerciante, pero su empresa crece tan rápido que pronto se hace necesario involucrarse también en la producción. Lo hace de la mano de su tío materno, José Ángel, quien le enseñó todo cuanto sabía. En su honor, bautizó la solera fundacional como “Solera del Tío Pepe”, iniciando así la leyenda del Fino más famoso del mundo.

A esa leyenda que traspasaba fronteras contribuyó el envío de las primeras botas de Tío Pepe al Reino Unido a sugerencia de Robert Blake Byass, el agente de la compañía en Inglaterra. El éxito de su acogida motivó la asociación de los dos empresarios para seguir impulsando las exportaciones.

El primer brandy data de 1844, pero es en 1951 cuando se lanza al mercado el que se convertiría en el brandy más selecto de González Byass, el Lepanto. La diversificación de productos no acabaría en los brandys. González Byass amplía su apuesta primero por el Cognac, comprando una destilería en Francia, y después por el anís, comprando la Alcoholera de Chinchón en 1969, la primera destilería de anisados y licores de España y única con indicación geográfica protegida.

En la actualidad, forman parte de la Familia del Vino de González Byass Tío Pepe (Jerez-Manzanilla),  Bodegas Beronia (Rioja y Rueda), Viñas del Vero (Somontano), Cavas Vilarnau (Cava), Finca Constancia (Castilla La Mancha), Finca Moncloa (Cádiz), Pazos de Lusco (Rías Baixas). En 2016, la compañía dio el salto al Nuevo Mundo con la incorporación de la bodega familiar chilena Veramonte.