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Vino de Ribeiro

Ribeiro es esa región de Galicia que parece que en su día lo fue todo y hoy no es nada. El vino de Ribeiro se comparó históricamente con grandes vinos como el toscano, pero una sucesión de vicisitudes lo condenó al ostracismo.

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Ribeiro

Ribeiro es esa región de Galicia que parece que en su día lo fue todo y hoy no es nada. El vino de Ribeiro se comparó históricamente con grandes vinos como el toscano, pero una sucesión de vicisitudes lo condenó al ostracismo.

A día de hoy, cuando uno piensa en vino gallego se transporta automáticamente a Rías Baixas, quizás a Valdeorras o Ribeira Sacra, pero raramente a Ribeiro. ¿Qué sucede entonces allí? ¿Ha dejado la región de producir grandes vinos? Nada más lejos de la realidad: los mejores productores de la región luchan a diario para producir un Ribeiro como el de antes.

Basta con alzar la vista frente a casi cualquier colina de Ribeiro para distinguir entre la maleza restos de muros de piedra seca que antaño sujetaron las tierras en las que se cultivaba el viñedo. Actualmente, algunos de estos trozos de tierra renacen gracias a un trabajo de recuperación titánico. Ribeiro ha sido históricamente tierra de minifundios, de pequeñas parcelas de tierra que se cultivaban individualmente. Así, poseer una gran extensión de viñedo no resultaba, ni resulta tarea sencilla. Los pocos enamorados de la región, y convencidos de sus posibilidades para volver a elaborar vinos de la máxima calidad, deben luchar contra la mala prensa, contra las dificultades del cambio climático y contra una ideología no siempre lo suficientemente abierta a la revolución. Mientras, sus ganas de crecer y seguir aprendiendo parecen inagotables; son solo un puñado, cierto, pero su energía debe arrastrar a muchos otros.

Historia

El cultivo del viñedo ha sido históricamente la principal fuente de riqueza de la comarca. Se sabe que, en la segunda mitad del siglo II antes de Cristo, ya se elaboraba vino en Ribeiro.

Siglos después, las invasiones germánicas supusieron un fuerte retroceso en la historia de la viticultura en la comarca. Afortunadamente, en la Alta Edad Media volvió a resurgir con fuerza el cultivo de la vid en el Ribeiro, constituyendo uno de los principales cultivos a las puertas del año mil. Los monasterios fueron los grandes impulsores del viñedo, incentivando su plantación. Importantes familias aristocráticas mostraron también interés por adquirir viñedos en el Ribeiro en el siglo XI.

La comarca fue poco afectada por la invasión musulmana por lo que tuvo una continuada progresión en el cultivo del viñedo desde la época romana hasta su máximo esplendor en los siglos XV y XVI, periodo en el que se exportaba por toda Europa. Los vinos de la comarca también navegaron en los barcos que llevaron a los primeros colonos a América, siendo el ribeiro uno de los primeros degustados en el Nuevo Mundo.

Durante todo el siglo XVI y la primera mitad del XVII, el Ribeiro gozaba de un comercio floreciente, hasta que las plagas (oídio, mildiu y filoxera) de procedencia americana asolaron la comarca durante el siglo XIX. Fue entonces cuando se hizo necesario injertar las vides en pies americanos, lo que propició la introducción de variedades foráneas, más resistentes y productivas, en detrimento de las variedades autóctonas que llevaban siglos siendo cultivadas en estas tierras. Afortunadamente, el ribeiro actual vuelve a sus orígenes con fuerza apostando por las uvas locales y ganando en calidad gracias a los avances tecnológicos.

Geografía

La Denominación de Origen Ribeiro se ubica en Galicia, en el borde noroccidental de la provincia de Ourense y en las confluencias de los valles formados por los ríos Miño, Avia y Arnoia. Ocupa la comarca homónima, a 45 km del océano Atlántico, en una zona muy particular y de excelente aptitud para el cultivo de la vid. Su extensión aproximada es de 2.500 hectáreas, repartidas entre 13 municipios.

Suelo y clima

Los suelos del Ribeiro se caracterizan por estar englobados en tres tipos principales. La mayoría se desarrollan a partir de materiales graníticos, con texturas franco-arenosas y en menor medida areno-francas. También encontramos suelos de materiales metamórficos de esquistos, y los desarrollados a partir de materiales sedimentarios con texturas más francas.

Característico del Ribeiro es el sábrego, granito descompuesto, muy abundante en la zona. Los suelos de cultivo disponen de una profundidad media efectiva que oscila entre 70 y 100 cm. Sus elevados contenidos en arena, sobre todo en el horizonte superficial, contrastan con el escaso contenido en arcilla, por debajo del 20%. Normalmente son suelos de reacción ácida, pobres en materia orgánica y con un contenido en calcio que tiende a ser bajo. Gran parte del cultivo de los suelos están abancalados para disminuir las pendientes y facilitar el laboreo aprovechando las laderas y la insolación. Otras características que marcan el territorio de la DO Ribeiro son el minifundismo, la compleja orografía y el uso de técnicas tradicionales en los trabajos del viñedo.

A nivel climático, la DO Ribeiro se sitúa en una zona de transición de Galicia, de carácter mediterráneo suavizado por la influencia atlántica debida a la escasa distancia del océano. De hecho, esta distancia debería suponer un mayor carácter atlántico del entorno, pero la orografía de cadenas montañosas que limita la denominación por el oeste y norte, ejerce un importante efecto protector, generando así una viticultura en donde la maduración alcohólica se desarrolla paralela a la maduración fenólica, conservando un equilibrado frescor propiciado por la acidez natural. El carácter ligeramente continental, en conjunción con las corrientes de aire dominantes, provocan una importante diferencia térmica entre el día y la noche, lo que favorece la lenta maduración respetando el componente aromático y el frescor natural, al tiempo que limita el cultivo aproximadamente a los 450 metros de altitud.

Uvas

Tradicionalmente, los vinos de Ribeiro se han elaborado a partir de sabias mezclas de variedades autóctonas.

Las variedades blancas de uva del Ribeiro se dividen entre preferentes (treixadura [70%], torrontés [15%], godello, albariño, loureira, lado y caíño blanco) y autorizadas (palomino y albillo).

Entre las variedades de uvas tintas contamos igualmente con preferentes (caíño longo, caíño bravo, caíño tinto, ferrón, sousón [22%], mencía [37%] y brancellao), así como con otras autorizadas (garnacha tintorera y tempranillo).

De entre toda esta riqueza varietal, merece capítulo aparte la treixadura, la uva blanca reina del viñedo del Ribeiro. Distinguida y armoniosa, la treixadura produce vinos aromáticos, finos y elegantes, con recuerdos a frutas, delicadas notas florales y toques balsámicos. Son vinos que alcanzan fácilmente los 12-13.5 grados alcohólicos y que se compensan con su buena acidez, lo que hace que resulten frescos, equilibrados, sabrosos y untuosos. Se pueden encontrar monovarietales de Treixadura en Ribeiro, aunque la mayoría de vinos cuentan también con pequeños porcentajes de otras variedades autóctonas.

Vinos

Los vinos de la D.O. Ribeiro se dividen en cinco categorías:

  • Ribeiro
  • Ribeiro Castes
  • Ribeiro Barrica
  • Ribeiro Espumoso
  • Ribeiro Tostado

El 90% de la producción se concentra en los vinos blancos; los vinos tintos representan el 9%, mientras que el Tostado y el Espumoso apenas alcanzan el 1%.

Los Ribeiro Castes, blancos y tintos, se diferencian de la categoría Ribeiro en que están elaborados 100% con variedades preferentes. Son de más calidad y representativos de la denominación.

Los vinos blancos suelen ser vinos jóvenes y con alto potencial de envejecimiento en botella. Destacan por su elegancia y sutileza, los aromas de frutas, notas florales, mieles, hierbas aromáticas y balsámicos. En boca son equilibrados, finos y delicados. Los blancos del Ribeiro son vinos gastronómicos y versátiles que evolucionan muy bien en botella, frescos, aromáticos y de buena persistencia.

La personalidad de los vinos tintos de Ribeiro, por su parte, viene marcada por las uvas autóctonas. Son vinos intensos, originales y expresivos que se caracterizan por los aromas de frutas rojas y negras, notas florales de violetas, regaliz, especias y balsámicos. Son tintos de buena carga tánica, carnosos, estructurados y con un punto de acidez que potencia su frescor y equilibrio.

El Ribeiro Tostado es un vino naturalmente dulce de larga tradición en Ribeiro. Una auténtica joya enológica de producción laboriosa, compleja y muy escasa. Para su elaboración únicamente se utiliza el mosto procedente de la selección de las mejores uvas autóctonas pasificadas a cubierto. Es un vino dulce intenso, complejo y peculiar con aromas confitados y de frutos secos, miel, flores amarillas, dulce de membrillo, y piel de naranja confitada. Son vinos concentrados con buen equilibrio entre la acidez y el dulzor, untuosos, aterciopelados y muy persistentes en el paladar.

Los Ribeiro Espumoso son vinos elaborados con las variedades preferentes mediante el método tradicional, que se elaboraban ya en el año 1957 en la DO Ribeiro, pero que no fueron amparados legalmente hasta el año 2017, en sus tipos brut y brut nature, tanto rosados como blancos.

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