Trus Roble

El Trus Roble es un vino de fruta exultante; todos los trabajos de su enólogo, Rafael García, han ido dirigidos a preservar las emociones más primarias de una uva excelsa, procedente de suelos francoarcillosos de bajo contenido en caliza.

Pese a elaborarse a partir de las cepas más jóvenes de la firma, el Trus Roble se beneficia del frescor extra que la orientación norte del viñedo suma al habitual carácter de los vinos de clima continental con origen en altitudes elevadas. Además, se regula la carga de fruta de cada planta para asegurar la concentración óptima en cada grano. En bodega, una reflexiva maceración de tan solo 10 días permite obtener un vino de carácter jovial, ágil en el paladar, pero con cuerpo, sin un exceso de taninos, pero con jugosidad y personalidad propia.

Exhibe color cereza cubierto y brillante. En su nariz se sienten pieles de mandarinas y pétalos de violetas que definen su gran elegancia, su ligera complejidad y su armonía silvestre. En nariz recuerda a los grandes vinos del Montsant, pero la fluidez y la extrema ternura de su boca nos hablan de tinta fina y de Ribera del Duero. Se trata de un vino esponjoso, de taninos fundidos, amable en extremo y sorprendente a cada sorbo. La madera simplemente da pinceladas especiadas (vainilla) y discretamente ahumadas a una fruta redonda, fresca y jugosa que es la verdadera protagonista del carácter incomparable de este gran vino de media crianza. Cuesta separar la copa de los labios, pero es casi imposible alejarla de la nariz.

Sírvanlo a una temperatura moderada para potenciar su carácter floral y etéreo, acompañando platos de medida contundencia.