Travaglini Gattinara

Para muchos conocedores y amantes del vino, la bodega Travaglini y la denominación de Gattinara son casi sinónimos; de hecho, Travaglini es uno de los nombres históricos de esta región del norte del Piamonte. Fundada por el legendario Giancarlo en 1958, las botellas de esta compañía se distinguen de inmediato por la nobleza y exclusividad de su diseño: una botella artística y muy peculiar que sirve a la vez como un útil decantador. Esta utilidad se agradece especialmente, porque Gattinara es uno de esos vinos de largo refinamiento que, después de pasar tantos años en bodega, agradece respirar y airearse antes de ser bebido.

Travaglini posee viñedos en casi todos los grandes crus de Gattinara, sin embargo, esta bodega se cuenta entre las que rechazan la actual tendencia de vinificar las parcelas por separado. Sus vinos más representativos, Gattinara y Riserva, proceden de una inteligente y sabia mezcla de sus diversos crus: viñedos como los de Molsino, Ronsi y Valferana se unen en un espléndido equilibrio, exaltando y armonizando las características de sus suelos ricos en pórfido, rocas, hierro y granito.

Gattinara se revela como una denominación con ímpetu, con sustancia y con una increíble relación calidad-precio. Travaglini revela lo mejor de esta denominación y su terroir con un fantástico coupage de sus variedades. Un vino de limpio y claro color granate, de notas minerales y balsámicas que revelan la estructura ferrosa y granítica de los suelos. Su aromática es joven y alegre, con notas de rosa y cereza, e incluso crujiente. En boca es fresco y agudo, pero a la vez muy agradable y sabroso. Tras su largo reposo de 30 meses en roble de Eslavonia, se sigue mostrando vertical, con lo cual su longevidad queda más que garantizada.