Torres Reserva Real

En 1995, coincidiendo con el 125 aniversario de la bodega de la familia Torres, el Rey Juan Carlos visitó la propiedad y recorrió sus viñedos mostrando un gran interés por el vino y su elaboración. En la posterior degustación, el monarca quedó especialmente impresionado por un vino tinto procedente del viñedo de Santa Margarita de Agulladolç que, a partir de 1997, llevaría en su honor el nombre de Reserva Real.

Allí, en Mediona, en el Alt Penedès, las cepas de cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc se benefician del frescor de la altitud y de un suelo único en la región, formado por finas pizarras. Se trata de poco más de 4 hectáreas orientadas al este a una altitud de 365 metros, de suelos poco profundos y pedregosos, de color oscuro y buen drenaje que dotan al vino de una intensa mineralidad.

En copa es un vino, inicialmente, tímido. Después de una innegociable aireación, empieza a desprender aromas de equilibrio y elegancia entre los que la concentración de la fruta se muestra suficiente para integrar los 18 meses de crianza en roble francés. En boca es refinado y sedoso, de claras reminiscencias bordelesas, con la fruta jugosa aportando su fresca acidez al conjunto. Pese a su complejidad, resulta sencillo de interpretar, pues todos los elementos que lo componen están dispuestos en perfecto equilibrio. Madera, sotobosque, especias y grafito adornan la fruta dotándola de amplitud y cincelándola con precisión, para dibujar un vino concentrado, a la par que elegante. Los recuerdos a hierbas provenzales como el tomillo o el romero delatan el origen sureño de este gran tinto capaz de envejecer con maestría.