Que las Islas Baleares son un rincón idílico del Mediterráneo no escapa a nadie, pero quizás el hecho de que sus vinos son igualmente encantadores, sí. Este Son Prim Merlot es una magnífica oportunidad para conocer un monovarietal terroso, fresco y profundo. No parece fácil explicar el porqué, pero todos los vinos insulares sorprenden, tienen a su alrededor un halo exótico que nos conquista muy fácilmente.
A principios de los noventa, Jaime Llabrés plantó una pequeña parcela con diversas variedades de uva para estudiar su adaptación a los suelos mallorquines. Los resultados fueron sorprendentes y, poco a poco, la familia fue sumándose al proyecto. Fue en 2003 cuando empezaron a construir una nueva bodega pegada a las viñas y en 2004 cuando las primeras botellas vieron la luz.
Las uvas de merlot crecen en suelos de arcilla roja, gravas y cantos rodados. En bodega, se trabaja con largas maceraciones para obtener color y aromas, no se usan clarificantes y la filtración es mínima. Con todos estos cuidados se consigue que las virtudes de la uva merlot estén muy presentes en este Son Prim, pero que ninguna de sus debilidades aflore. Estamos ante un vino redondo y amable, pero con un fuerte carácter; es rústico sin ser agresivo, intenso sin abrumar. Mermelada de fruta negra, un cesto de cerezas y ciruelas negras, taninos firmes pero dulces, laurel, violetas, olivas negras, bosque... Si no han catado antes un vino de Mallorca, Son Prim les robará el corazón; si lo han hecho, también.
Consumo y conservación
Servir entre 14 ºC y 16 ºC
Maridajes
Magret de pato / Conejo con setas / Pez espada especiado