Sang de Corb Negre

Sang de Corb puede significar “sangre de cuervo”, pero también sangre de Corbera, el pueblo en el que se encuentra el Celler Frisach y en el que aún se tiene muy presente toda la sangre que se derramó durante la guerra civil. No en vano en su etiqueta puede leerse “lo vi fa sang”, una expresión muy catalana que se refiere a la resiliencia necesaria para sobreponerse a las adversidades y seguir luchando.

Sang de Corb es vino de un único viñedo, una finca arcillo-calcárea y pedregosa en la que conviven garnacha tinta, garnacha peluda y cariñena. Las viejas cepas regalan uvas concentradas que se recolectan y vinifican al unísono para transmitir una intensa sensación de terruño, dando forma a un vino en el que el suelo y el cielo parecen pesar más que las variedades de uva. Las vides se reparten el espacio con almendros, olivos y manzanos y comparten ecosistema con una fauna y una flora muy diversa que dibujan un paisaje de gran riqueza. Toda esta diversidad se siente a cada sorbo de este Sang de Corb, un vino rebosante de orgullo payés y de pureza sensorial.

La crianza sirve únicamente para armonizar y redondear el paladar, pero no esconde ni un ápice de un sentir profundo y honesto, de una extraordinaria combinación de fruta de gran calidad y de un suelo de carácter marcado. El vino es oscuro y prudentemente licoroso, combina violetas y polvo de camino con un tacto sedoso y un equilibrio entre volumen y frescor digno de elogio. Esconde también discretas notas especiadas y ahumadas que emergen tras unos minutos en la copa y acaban de perfumar un paso por boca que podríamos describir como rústico, pero en el mejor sentido de la palabra. Sang de Corb es pureza y equilibrio, agricultura, paisaje y, esperemos que, futuro para una región tan maravillosa como la Terra Alta.