San Marzano Salento Negroamaro Talò

La identidad corporativa y la calidad e investigación pueden parecer términos contradictorios, pero no lo son en Cantine San Marzano, donde constituyen dos piedras angulares de la producción vitivinícola. Las cifras de producción, por supuesto, son asombrosas, pero los estándares de calidad que se aplican a las variedades autóctonas son también muy notables. Entre todas ellas la primitivo es la que sin duda ha proporcionado más satisfacciones a la bodega, reflejando la autenticidad del territorio y la tradición de los productores locales, pero respondiendo también a las necesidades de los nuevos estilos vitivinícolas.

Las tierras rojas de la región de Sava y San Marzano, en el interior de Salento, son ricas en calizas y rocas. Cercanas al Mar Jónico de Taranto, esta región está sometida a un típico clima mediterráneo, con bajas precipitaciones y unas excelentes diferencias térmicas a lo largo del año. Estos aspectos, combinados con una vendimia que nunca se lleva a cabo antes de mediados de septiembre y un largo periodo de 20 días de maceración, dan al maravilloso Primitivo di San Marzano una amplitud y una redondez que lo han distinguido y hecho famoso entre los amantes del vino.

De color rojo púrpura con reflejos violáceos, el Talò de la bodega San Marzano, monovarietal de negroamaro, se caracteriza por un perfume intenso y persistente, con aromas de grosellas negras y frutos del bosque, especiado, con notas balsámicas y de vainillas. Gracias a su paso por barricas de roble francés durante seis meses, este vino extrae toda la personalidad y riqueza de la variedad. Se trata de un vino corpulento, aterciopelado y armónico, con un final largo y sabroso, fiel narrador de su terruño, que marida especialmente bien con platos con mucho sabor, sean primeros o segundos, a base de carnes, así como con quesos curados.