Un documento de 1340 relata la crónica de una disputa ante la corte real sobre la posesión de un feudo especialmente codiciado "Casalj Rabitallavi". Este era el antiguo nombre de Tenuta Rapitalà, 175 hectáreas en la zona de Camporeale, que se extiende desde una altitud de 300 a 600 metros sobre el nivel del mar. La cima de la montaña que domina la finca se extiende por los viñedos de Catarratto de donde nace Casalj.
Precisas técnicas de vinificación y crianza en barricas de roble confieren a este vino amplias sensaciones olfativas con evidentes referencias a aromas mediterráneos (salvia, hoja de tomate, flor de alcaparra). De color dorado claro y sabor fresco y mineral, tiene un cuerpo redondo y satisfactorio como el sol de estas tierras donde el catarratto expresa características únicas, irrepetibles en otros lugares. Perfecto en combinación con sabrosos pescados y mariscos, sopa de pescado, también carnes blancas condimentadas, calientes y frías.