El pequeño de Quinta Sardonia tiene capacidad para dividirnos el corazón. Es como un adolescente enérgico, vivo y brioso, que muestra su músculo y su potencia, pero puro, elegante y seductor cuando se lo propone. Joven e impetuoso todavía, QS2 necesita tiempo para preparar su discurso; abran la botella siempre con tiempo, y escúchenlo con atención y sin prisas.
QS2 es el pequeño de Quinta Sardonia aunque de pequeño no tiene nada. Adolescente quizá, como las viñas que le dan vida, pero cuenta con un buen sustrato, unos excelentes cuidados y unos buenos tutores. No olvidemos que fue Peter Sisseck quien diseñó el proyecto de esta bodega, hoy integrada en el grupo de bodegas de Terras Gauda, y que su responsable técnico es, desde el principio, Jérôme Bougnaud, experto viticultor y enólogo, defensor del modelo francés de fidelidad a los suelos y a la naturaleza; dicho sea de paso, Jérôme es miembro del equipo de viticultura de Dominio de Pingus.
La calidad de QS2 no es casual y su elegancia es natural, fruto del equilibrio logrado entre suelo, clima y variedades. El trabajo de Quinta Sardonia se fundamenta en la complejidad del terruño y en saber interpretar los distintos tipos de suelos y su interacción con cada una de las variedades. De ella nace un vino como QS2, elaborado a partir de una mezcla de uvas de tempranillo (tinto fino) mayoritariamente (80%), cabernet sauvignon, petit verdot, malbec y syrah. Un vino con una nariz muy rica, una boca muy jugosa y potente, y un conjunto muy equilibrado, fluido y de taninos amables que parece superarse con cada añada.
En copa QS2 luce un intenso color de cereza picota, de capa media-alta, y en nariz se percibe esa dualidad entre virilidad y feminidad que apuntábamos al principio: musculoso, poderoso pero elegante y profundo. Su calidad es evidente, la fruta muy jugosa y su paleta aromática muy rica, de frutas muy maduras, rojas acidulantes y también negras, con notas florales, sensaciones terrosas y de pimienta negra. Goloso y de textura sedosa, su dulzor acompaña el paso por boca pero muestra al final un fondo ligeramente amargoso, achocolatado y cremoso, de vino serio.