Pavillon de Léoville Poyferré Saint Julien

Pavillon de Léoville Poyferré es un vino nacido de un terruño excepcional y del savoir-faire ancestral de quienes lo han explotado a lo largo de los siglos. Propiedad de la familia Cuvelier desde 1920, la historia de Léoville se remonta a 1638 y esconde en estos suelos de la denominación Saint-Julien y en las paredes de su Château un largo pasado de herencias familiares y divisones de la propiedad. Con una extensión de 80 hectáreas, la excelencia de sus suelos se vio del todo ratificada en 1855, cuando Château Léoville Poyferré y sus vinos fueron distinguidos con la clasificación 2nd Grand Cru Classé.

La bodega produce, a partir de las cepas de menor edad, este segundo vino que expresa todo el carácter de los suelos calizos que tanto agradan a las variedades bordelesas. En su corte se emplean principalmente el cabernet sauvignon y el merlot, así como pequeños porcentajes de petit verdot y cabernet franc. El empleo de barricas usadas anteriormente por uno o dos vinos, permiten que la intensidad de la fruta en este Pavillon de Leóville Poyferré luzca simplemente exuberante.

El resultado es un vino equilibrado, afrutado y de tacto aterciopelado que, pese a no poseer la enorme capacidad de envejecimiento de su hermano mayor, sí se muestra más accesible desde una edad temprana. Luce un brillante e intenso color granate amoratado y una seductora nariz que combina las sutiles notas de café, derivadas del tostado de la barrica, con refrescantes tonos mentolados. La grosella negra y las moras son las frutas predominantes y los granulados y redondos taninos ofrecen una sólida estructura sobre la que sostenerse. Destaca especialmente la suavidad de su tacto, una característica muy deseable en vinos con la intensidad de los grandes vinos bordeleses. Transmite tipicidad con sus aromas a grafito y cedro, su cuerpo medio y una noble austeridad que lo convierte en irresistible. Es redondo, con la acidez precisa y una gran definición en todos sus aromas. Como todo buen vino, cambia con cada minuto en la copa, dejando sentir nuevos perfumes de olivas negras, tierra húmeda o especias frías a medida que pasa el tiempo. Adora las carnes rojas, el conejo o el pichón.