Pago del Vicario Petit Verdot Rosado

El Pago del Vicario Petit Verdot es un rosado con alma de tinto, voluminoso, de esos que catados a ciegas confundiría a más de uno. El carácter jugoso y especiado del varietal casa de maravilla con el frescor y la carga frutal habitual en los buenos rosados. Siempre entre los mejores de España, este rosado potente, fresco y afrutado gana adeptos año tras año.

Se elabora únicamente con uva petit verdot, hecho que en sí mismo constituye ya una rareza y certifica la voluntad de la bodega de elaborar un vino realmente distinto. La variedad bordelesa, muy bien aclimatada en Castilla La Mancha, da lo mejor de sí en las fincas de propiedad que la bodega explota cerca de Ciudad Real, en la ribera del río Guadiana. La uva se vendimia con el frescor de la madrugada y su maceración se prolonga hasta las 24 horas para asegurar la cantidad de color y taninos por la que el petit verdot de Pago del Vicario es conocido. El mosto sangrado se traslada a otros depósitos en los que fermentará a temperatura controlada para preservar los aromas más puros de la fruta. Durante los dos meses siguientes, se trabajarán las lías del vino para dotarlo de más volumen en boca y complejidad.

Llegado a la copa se muestra intenso y brillante, de color cereza y lágrimas abundantes. Sus aromas parecen querer saturar nuestra nariz; moras, mentolados, regaliz, flores azules, jara, nata, pimienta … no tiene fin. En boca es denso, mucho más que el rosado medio, y suficientemente fresco, gracias a la buena acidez y a su carácter balsámico y finamente especiado. Resulta goloso y carnoso sin pesar, y equilibra de maravilla la dulcedumbre con las sensaciones de frescor. En su posgusto aparecen el caramelo de fresa y cerezas y la piel de naranja sanguina.