Este vino forma parte de una colección de 4 vinos llamada Nit de les Garnatxes (noche de las garnachas). Todos los vinos tienen la uva garnacha como denominador común y se distinguen entre sí principalmente por el tipo de suelo en el que crecen las cepas. En este caso nos encontramos con un suelo de arcilla (argila), terrenos en zona de lagos que han ido sedimentando por la presencia de agua. El color rojo viene dado por la oxidación en suelos muy compactos, sin oxígeno, donde las plantas sufren y buscan los caminos donde se filtra el agua. Es un suelo de mediana acidez, que retiene el agua y los nutrientes con suma facilidad y que tiene una marcada tendencia a compactarse. En estos terrenos pueden obtenerse vinos con buen volumen, importante carga frutal y con notable presencia de taninos.
Para la elaboración del Nit de les Garnatxes Argila la uva se vendimia manualmente a mediados de septiembre, recogiendo siempre por debajo de un kilogramo de uva por cepa. Tras despalillar y estrujar los granos, se inicia la fermentación con temperatura controlada (24-28ºC) y la paralela maceración que se prolongará durante 28 días. Tanto la fermentación alcohólica como la maloláctica tienen lugar en barriles de 500 litros de roble francés. A posteriori, el vino se cría durante 4 meses en barricas nuevas de 228l, de tostado medio y ligero. Finalmente, se filtra suavemente y se embotella.
Se trata del vino más salvaje de los cuatro que conforman la colección Nit de les Garnatxes. Es un tinto de intenso color cereza picota y de gran intensidad en nariz. Resulta muy complejo y fragante, con notas animales mezclándose con los aromas de sotobosque que nos recuerdan a las hojas de pino caídas y al suelo tras la lluvia. En boca, se siente un tanino rústico, terroso y persistente que se agarra con fuerza a las mejillas, mientras los aromas de una fruta (cerezas) cada vez más intensa van ganando protagonismo. Sabe ser potente y amable a la vez, fresco y seco.
Este vino destaca por su elegancia femenina y delicadeza, aunque a su vez ofrece potencia y frescor. Encontramos fruta negra y mineralidad con taninos maduros y frescos. Su evolución en copa es un recorrido por distintos paisajes que se van sucediendo cada pocos minutos a través de nuevas sensaciones aromáticas y de paladar. Toda una experiencia.
La bodega
Celler Capçanes
El Celler de Capçanes es patrimonio de la comarca del Priorat, un legado de tierras y gentes, de una larga historia vinícola que se inició en 1933. Fueron cinco valientes familias las que apostaron por aquel entonces por fundar una cooperativa que, con el paso de los años, ha dado un vuelco a su estilo, pasando de embotellar grandes volúmenes a producir vinos de gran calidad que se cuentan entre los mejores de la región.
Las inversiones...