Monastrell By El Sequé

Artadi nos ofrece con su gama "By Artadi" una serie de vinos arraigados a la variedad autóctona y a su tierra de origen: tempranillo de Álava, monastrell de Alicante y garnacha de Navarra. Son vinos elaborados a partir de viñedos propios, aquellos que, aun siendo jóvenes, han alcanzado ya una notable madurez y ofrecen producciones equilibradas. Vinos monovarietales que muestran toda la fuerza de la fruta, mantienen el ímpetu de la juventud y se expresan con madurez gracias a una crianza respetuosa.

Asumiendo que catar un vino a ciegas siempre resulta una experiencia sorpresiva y estimulante, la cata de este monastrell de Artadi tuvo un toque especial. Las sensaciones se multiplicaron al primer sorbo, al creer reconocer algo familiar en el vino; todo el equipo de cata coincidió en señalar que se trataba de un vino especialmente elegante. Se percibe en él un perfil mediterráneo dominado por el sol de levante, pero se trata de los primeros rayos del día, o quizás de los últimos rayos del atardecer; la calidez justa refrescada por la brisa de la costa alicantina.

Su capa es baja y su color cereza con reflejos violáceos no puede ocultar el pequeño porcentaje de syrah que le añade el toque extra de internacionalidad y golosidad. Su nariz es compleja, mediterránea: huele a madroños, a pino y romero, a regaliz y moras. En boca es fresco de principio a fin, cierto que la fruta es bastante madura, pero unas exquisitas pinceladas de amargor y acidez le permiten fluir sin pesar, adornándose en cada sorbo. Los recuerdos terrosos y mentolados, así como los de flor azul, confirman que se trata de un tinto de monastrell, pero su frescor es inusitado, quizás fruto del origen de sus uvas, a 600 metros de altitud. Su final es exquisito, maduro y especiado, fresco y balsámico: pura elegancia Artadi.