El Mas Tortó es otro gran vino tinto de la casi infinita lista de los elaborados por el Celler de Capçanes. Su corte varietal varía ligeramente entre las distintas añadas, buscando siempre que las distintas uvas se complementen para dar forma a un vino de equilibrio excelso. La Garnacha es siempre la uva dominante y el cabernet sauvignon y la cariñena, sus fieles escuderos; syrah y merlot han aparecido también en algunos cortes recientemente.
El viñedo del que se obtienen las uvas de garnacha que son la esencia de este Mas Tortó proceden de un viñedo viejo (50-70 años) plantado en terrazas sobre suelos de arcillas y granito. La vendimia manual suele darse entre mitad de septiembre y mitad de octubre. En bodega, cada variedad se vinifica por separado, fermentando a temperatura controlada (27-29ºC) y macerando según cada uva entre 18 y 30 días. El inicio de la fermentación maloláctica ocurre en depósito y culmina en barrica. La posterior crianza de 12 meses tiene lugar en barricas francesas nuevas y de 1 año (228l) de los bosques de Allier y Nevers, de tostado medio y ligero. Posteriormente, el vino descansa en depósito durante 3 meses antes de ser embotellado tras un suave filtrado.
Ya en la copa, luce color rojo intenso y despliega intensos aromas tostados y de café, derivados de su crianza, que engalanan a la perfección la fruta madura confitada. Su exuberancia en nariz se convierte en intensidad aterciopelada, en una suavidad que marca todo su paso por boca, desde el primer contacto con los labios hasta su largo final de marcada mineralidad. Se trata de un vino enorme que muestra la cara más auténtica del nuevo Montsant y que, por su complejidad y versatilidad puede funcionar con infinidad de platos, desde un canelón de buey con mostaza verde, hasta unas sardinas marinadas acompañadas de puré de garbanzos, pasando por un conejo asado a la miel con cebollitas glaseadas.
Intenso / Aterciopelado / Suave / Largo / Notas minerales
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La bodega
Celler Capçanes
El Celler de Capçanes es patrimonio de la comarca del Priorat, un legado de tierras y gentes, de una larga historia vinícola que se inició en 1933. Fueron cinco valientes familias las que apostaron por aquel entonces por fundar una cooperativa que, con el paso de los años, ha dado un vuelco a su estilo, pasando de embotellar grandes volúmenes a producir vinos de gran calidad que se cuentan entre los mejores de la región.
Las inversiones...