Lo Ebre

El río Ebro o, Lo Ebre, como se denomina en catalán noroccidental, da nombre a este vino de gran carga emocional. No en vano, el río fue la barrera natural que en 1938 separó a los bandos en la más larga batalla del histórico conflicto armado acontecido por aquel entonces. Fueron 115 días de dolor que marcarían para siempre las vidas de los que, directa o indirectamente, se vieron involucrados. Entre ellos se encontraba Agustín, abuelo materno de Xavi Noya, responsable del proyecto Vins de la Memòria. Lo Ebre quiere ser un homenaje al río, a la tierra y a todas aquellas personas que sufrieron la crueldad de la guerra.

En su elaboración se han empleado uvas de garnacha y cariñena (o crusilló, como se conocía antiguamente en las proximidades del gran río) que se han vinificado en un depósito abierto y sin la protección de los sulfitos, dejando que el mosto se oxidara de manera natural y perdiera su color gradualmente hasta convertirse en un vino apenas rojizo, símbolo del color que dominó la batalla durante aquellos interminables 115 días.

Sin duda, Lo Ebre es el vino más transgresor de la colección Vins de la Memòria. De él se elaboraron únicamente 1.185 botellas que fueron embotelladas tras un ligero filtrado. Sólo los mostos más claros de cada prensada fueron seleccionados para reposar en depósito, durante unos simbólicos 115 días, sin sus lías. De resultas se obtuvo un vino blanco de sutiles reflejos bermejos y nariz dominada por la fruta silvestre y la manzana roja. En boca es potente, salino y envolvente, cítrico y de carácter indómito. Se agarra al paladar como si no quisiera caer en el olvido y gana en complejidad con cada minuto que reposa en la copa. Se debate entre la tanicidad y la acidez, entra la sedosidad y la rusticidad, nadando a contracorriente con orgullo y sugiriendo infinidad de maridajes que podrían resultar imposibles para otros muchos vinos blancos.