La historia de Lafon-Rochet data del siglo XVII. La propiedad se conocía entonces como Domaine Rochet y pertenecía a Antoinette de Guillemotes, que se casó con Etienne de Lafon, quien renombró la finca bajo el nombre Château Lafon-Rochet.
Durante los siguientes 150 años, el Château fue mantenido por los herederos de Etienne de Lafon, quien se enfrentó a la enfermedad del viñedo y las dificultades económicas, y llevó a Lafon-Rochet a la clasificación de 1855 de Grands Crus...