Laderas de Sedella

Sedella Vinos, proyecto personal del enólogo Lauren Rosillo, es una reinterpretación de los viñedos de las montañas que miran al Mediterráneo. En la Axarquía malagueña, a 750 metros de altitud, Lauren cultiva variedades autóctonas como la romé bajo principios ecológicos. Las empinadas laderas de pizarra laminada no permiten la mecanización, por lo que el trabajo en la pequeña finca de 0,9 hectáreas de la que proceden las uvas para este vino lo realizan animales que caminan entre hileras de cepas jóvenes que miran al sur.

El mosto fermentó con levaduras indígenas y realizó la fermentación maloláctica y la posterior crianza de 14 meses en huevos de cemento y ánforas, hecho que explica parcialmente los aromas terrosos que podemos encontrar en el vino. Es intenso y particular, de color cereza, capa cubierta y lágrima lenta; su nariz es una curiosa mezcla de laurel, menta seca, clavo, polvo y ciruelas negras. A ciegas, sería imposible ubicarlo geográficamente, pues sobre un fondo de fruta madura tiene la agilidad de los vinos de altura. Emana curiosos aromas yodados y de monte bajo, de polvo de pizarra y de fruta silvestre muy madura, a punto de caer del árbol. En boca es redondo, suave y fresco, dulcemente especiado y de un equilibrio aromático perfecto. Se despide entre reminiscencias de regaliz y caramelo, entre tonos balsámicos que prolongan su fresco recuerdo durante varios minutos en el paladar. Una interpretación reflexiva y respetuosa del terruño malagueño.