La vendimia se lleva a cabo a finales de octubre, pero estas pocas uvas se convierten en mosto sólo después de una uva hábil y cuidadosa de unas 6 semanas. El mosto se fermenta en parte en barricas nuevas de Allier y en parte en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada. Posteriormente, a finales de primavera, se realiza el ensamblaje de la cuvée y tras un año de crianza en barrica, el vino se embotella. El afinamiento en botella dura 6 meses para que se pueda presentar a todos un Picolit maduro y capaz de despertar fuertes emociones.
De color amarillo dorado, estimula con un bouquet evolucionado y muy elegante, con notas de miel de acacia y frutos secos. Delicado, pleno y con razón dulce, pero nunca empalagoso. Un auténtico vino de meditación, también es perfecto para acompañar bizcochos secos.