Hombros

Oscuro, mineral y complejo, con algunos elegantes toques verdes que los amantes de la cabernet franc podrían confundir como propios de su variedad fetiche, el Hombros es un vino elaborado con las partes altas de los racimos, aquellas con la mayor concentración y madurez. Tánico en la medida justa, pétreo inicialmente, aunque envolvente y reconfortante tras unos instantes de confidencias, momento en el que libera su fruta más golosa y un intenso carácter mineral que es una de sus señas de identidad. Con tiempo en la copa la nariz se torna más delicada, casi floral, con las violetas dejándose ver entre el humo traslúcido, pero sin renegar del elegante carácter rústico de los viejos viñedos de Valtuille, plantados en suelos de piedra que resaltan la mineralidad del vino y arcillas que potencian los aromas afrutados; a altitudes entre los 600 y los 700 metros de altitud, el clima continental de clara influencia atlántica deja sentir su ímpetu impregnando las vides de intensa personalidad y pureza.

La madera francesa (mayoritariamente usada) de su año de crianza deja sentirse en forma de especias y finos torrefactos, sin robar un ápice de protagonismo a la fruta jugosa y fresca. Equilibrio y fuerte carácter, tipicidad de bodega, de estilo propio quizás más acentuada que la de la propia uva o la región en sí; Hombros se basa en el frescor de las uvas maceradas en frío, en la delicada cremosidad de las lías finas, en el encanto del pan al horno de leña; Hombros es madroños, pimientos asados y un manojo de hierbas silvestres a medio secar. Sin duda una magnífica introducción a los vinos más personales del nuevo Bierzo y a las inmensas posibilidades de una magnífica uva como la mencía, de la que parece que descubrimos nuevos perfiles con cada vinificación. Madurez, equilibrio, frescor y jugosidad, Hombros es, en una palabra, armonía.