Grillo

La vendimia se realiza manualmente en cajas de 12 kg y, una vez en bodega, se almacenan en cámara frigorífica hasta alcanzar los 4°C. Se lleva a cabo una doble selección manual de racimo y grano, eliminando restos no deseados. Luego, la uva se transporta en contenedores de 300 kg a los depósitos de fermentación de roble francés de 40 hl, donde se realiza una maceración en frío durante 5 días a 10°C para extraer aromas y color. Durante la fermentación, se realiza el hundimiento manual de los hollejos para una extracción suave de taninos. Posteriormente, el vino permanece 30 días en contacto con el sombrero para ganar redondez y suavidad.

La fermentación maloláctica se lleva a cabo en barricas de roble francés de 225 l, giradas dos veces por semana durante los primeros 5 meses para mover las lías, aportando suavidad y volumen. En mayo, se deja reposar para que las lías caigan por gravedad y se separen mediante trasiego. El vino se guarda en barrica durante 8 meses más a una temperatura de 16°C hasta su embotellado.

Las diferentes variedades de uva se cultivan en parcelas cuidadosamente seleccionadas según su tipo de suelo y altitud, lo que les otorga características únicas. La Syrah proviene de las parcelas Altero, ubicada a 405 metros sobre el nivel del mar con suelos calcáreos; Comin, a 415 metros con suelos aluviales y de gravas; y Grillo, a 400 metros con suelos calcáreos y de yesos. La Cabernet Sauvignon se cosecha en las parcelas Grillo, también a 400 metros con suelos calcáreos y de yesos, y Soas, a 462 metros sobre suelos arcillosos. La Garnacha se origina en la parcela La Loma, situada a 310 metros con suelos limo-arcillosos. Por último, la Merlot procede de la parcela Grillo, a 400 metros con suelos calcáreos y de yesos. Cada parcela aporta matices únicos al vino, gracias a la diversidad en la composición del suelo y la altitud, permitiendo que cada variedad alcance su máximo potencial.