Las cepas que dan las uvas de este Gregorio Martínez Finca Mazuelo provienen de Finca La Dehesilla, una parcela de orientación norte a 700 metros de altitud, con un microclima muy especial. La plantación se llevó a cabo en 1985 y hoy las plantas hunden sus raíces en la profundidad de la arcilla férrica que explica buena parte del carácter del vino.
Después de la vendimia manual y el despalillado, el mosto macera en frío con las pieles durante una semana, antes de iniciar la fermentación bajo las directrices de las levaduras autóctonas. Una parte del vino hará la fermentación maloláctica con los hollejos sin sulfuroso, mientras que la otra la realizará en barricas de roble en las que permanecerá durante 8 meses.
Las particularidades del enclave del viñedo, más las atípicas prácticas en bodega, más la apuesta de Gregorio Martínez por la uva mazuelo como única protagonista en este vino, lo convierten en un vino de personalidad única. Se trata de una cariñena que podríamos llamar roja, pues huye de la sobreextracción y se centra en la parte más silvestre y fresca del varietal. Es un vino terso y mineral, levemente ahumado y terroso, adornado de aromas de laurel y ciruelas rojas. Tras una capa media, exhibe una boca ancha y larga por igual, gracias al perfecto equilibrio de la fruta, con la acidez alargando el vino y la madurez ensanchándolo. Su tanicidad es algo rústica, pero nada agresiva, marca las encías, pero nos deja con ganas de otro sorbo. Asoman finos tonos vegetales de fondo mientras su acidez vibrante, a medio camino entre el pomelo y la fruta roja silvestre, asegura que tiene mucha vida por delante.
Consumo y conservación
Servir entre 14 ºC y 16 ºC
Maridajes
Aves asadas / Carpaccio de ternera / Cocina vegetariana