Grego Garnacha Centenaria

Las uvas son vendimiadas a mano durante las horas más frescas del día y se colocan en cajas de 20 kg, lo que ayuda a preservar su calidad desde el viñedo hasta la bodega. La fermentación se lleva a cabo en depósitos de 10,000 litros para garantizar un control óptimo del proceso, manteniendo la temperatura entre 22 y 28ºC. Durante este periodo, la fermentación y maceración duran 24 días, con dos remontados diarios que permiten una mejor extracción de color y sabor.

Una vez completada la fermentación alcohólica, el vino realiza la fermentación maloláctica, un paso crucial para los vinos tintos de calidad, ya que suaviza la acidez y aporta una textura más redonda al vino. Posteriormente, el vino pasa a barricas de 225 litros de roble francés sin ser clarificado, manteniendo su pureza natural. La estancia en barrica dura el tiempo que el enólogo considera necesario para desarrollar las características deseadas, permitiendo que el vino adquiera complejidad y elegancia antes de ser embotellado. Este cuidadoso proceso de crianza es fundamental para lograr la profundidad y el carácter que definen a los vinos de Vinos Jeromín.