Grego Crianza

Las uvas se cosechan a mano en las horas más frescas del día y se colocan en cajas de 20 kg para preservar su calidad. La fermentación se lleva a cabo en pequeños depósitos de hormigón, donde se controla la temperatura entre 22 y 25 ºC. Durante 25 días, el vino experimenta un proceso de fermentación y maceración con dos remontados diarios, utilizando tecnología avanzada y productos enológicos de alta calidad para optimizar el resultado.

Una vez completada la fermentación alcohólica, el vino pasa por la fermentación maloláctica, un paso esencial para realzar la calidad de los vinos tintos. En cuanto a la crianza, las variedades de uva se maduran por separado durante seis meses. Después de este período, se realiza el coupage definitivo y el vino vuelve a barrica por otros cinco meses. Para lograr el equilibrio perfecto, se realizaron cinco mezclas diferentes antes de decidir el coupage final. Las barricas, nuevas y hechas de roble francés y americano con grano fino, acogen el vino durante un total de 11 meses, permitiendo que desarrolle complejidad y elegancia antes de su embotellado.

Debido al exhaustivo respeto en su elaboración, pueden aparecer ligeras sedimentaciones naturales en la botella.