El nombre del vino deriva de la muy particular y arriesgada técnica de elaboración empleada, similar a la del austriaco Eiswein o el canadiense Icewine. En la práctica, este vino se elabora con uvas que se dejan secar de forma natural en la vid. Uvas recolectadas con una cuidadosa selección entre finales de noviembre y finales de enero muy temprano en la mañana cuando la temperatura nocturna desciende por debajo de los -5 ° C. Se decidió utilizar este método en las uvas más típicas de nuestro territorio. Malvasia di Candia y Moscato (70% -30%) para expresar mejor el potencial de estas cepas. Para extraer el jugo denso, las bayas se presionan con una prensa vertical. El rendimiento es de unos 5 hl por hectárea. Tras el prensado, se inicia espontáneamente una fermentación larga y difícil que, debido a la altísima concentración del mosto, puede durar un año o más. El impacto en nariz es rico, concentrado y complejo con aromas que recuerdan a fruta confitada, en boca es muy envolvente denotando una gordura agradable, decididamente dulce pero no empalagosa para una nota de frescor y sabor, casi aterciopelado con una excelente persistencia aromática. En el retrogusto destacan las notas florales y afrutadas. La producción es muy limitada y puede que no sea posible para todas las añadas (de 1000 a 2000 botellas de 0,375 litros al año).
