Costers del Gravet

Costers del Gravet es un auténtico vino de finca, un gran vino tinto elaborado a partir de un cupaje de garnacha, cabernet sauvignon y cariñena, en el que el porcentaje de cada variedad puede cambiar dependiendo de como se dé la añada.

El viñedo se encuentra entre los 200 y 550 metros de altitud, sobre un suelo de arcilla y granito dividido en terrazas en el que enraízan las cepas de garnacha, samsó (cariñena) y cabernet sauvignon. Las dos primeras cuentan con edades comprendidas entre los 30 y los 60 años, mientras que el cabernet sauvignon se sitúa entorno a los 20.

La vendimia se realiza manualmente desde mediados de septiembre, hasta mediados de octubre, con un rendimiento medio por cepa cercano al kilo. En bodega, las distintas variedades se vinifican por separado, macerando con las pieles entre 14 y 21 días y realizando la fermentación a temperatura controlada (27-29ºC). El inicio de la fermentación maloláctica sucede en tanque y finaliza en barrica nueva y de primer año, recipiente en el cual el vino recibirá su añejamiento de 12 meses; el volumen de las mismas es de 228 litros, su tostado medio y ligero y su origen francés.

Costers del Gravet luce color cereza picota intenso. Emana complejos aromas de frutos rojos y tonos tostados de la barrica (café y chocolate). Esconde también aromas más animales, que pueden recordar al cuero o a la carne curada y que tras unos minutos en la copa se funden entre los recuerdos de moras y regaliz. En boca, presume de taninos suaves, de fresca acidez y volumen medio, así como de un largo recuerdo tras su paso. Resulta seco en el paladar y de textura granulosa, con el clavo y el humo perfumando un tacto extraordinario. Por su complejidad y amabilidad, marida muy bien con una tabla de quesos o con cualquier tipo de carne, incluso si se trata de caza o de guisos caseros propios de la cocina de invierno.