Château Romanin La Chapelle

Madurado en tinas de acero inoxidable, procedente de viñas jóvenes en el viñedo, este segundo vino nunca conoce la madera, es goloso, cálido, con aromas de garriga gracias a los Alpilles que lo rodean y nutren. ¡Un vino elegante y ardiente, que abre las papilas gustativas a la región de los Alpilles!

El vestido es de color granate con una hermosa claridad, respaldado por un bonito brillo. La nariz es explosiva en frutas rojas y negras: fresa, cereza, grosella negra, grosella roja sobre notas de tabaco rubio, nuez moscada, esencias de pino alepo y cedro. La boca tiene un ataque intensamente afrutado: cereza, mora, arándano y ciruela. El vino ofrece una boca llena, una buena longitud, entre tensión y crujiente gracias a un agradable paladar aterciopelado.