Château Lafite-Rothschild

El Château Lafite Rothschild es uno de los cinco vinos de Burdeos considerados 1er Cru Classé, la más alta distinción a la que puede aspirar un tinto bordelés. Este gran tinto de Pauillac se ha considerado históricamente como uno de los vinos más elegantes y delicados de todo el Médoc y entre sus aromas más seductores se encuentran siempre las violetas y los recuerdos almendrados.

La influencia ejercida por el océano y el estuario de la Gironda permite atenuar las elevadas temperaturas de algunos veranos y limita la influencia de las heladas, favoreciendo la correcta maduración de la uva. Pese a todo, las lluvias y las humedades derivan en ocasiones en vendimias complicadas en las que la uva debe escogerse con sumo cuidado. Las distintas parcelas se recolectan por separado con la voluntad de buscar el momento perfecto que permita extraer todo el potencial de cada rincón de terruño y de cada grano de uva.

En su elaboración, la cabernet sauvignon es siempre la gran protagonista (80-90%), el resto se lo reparten merlot, cabernet franc y petit verdot dependiendo de la añada. Muy excepcionalmente, como sucedió en 1961, el Château Lafite Rothschild es un monovarietal en sentido estricto. Suele criarse en barricas de roble nuevas durante 18-20 meses y su producción anual se sitúa entre las 15.000 y las 20.000 cajas. Merece ser decantado al menos con dos horas de antelación al servicio.

Se trata de un vino de color rojo granate oscuro con reflejos violeta en sus primeros años. Profundo, mineral y complejo, tanto en nariz como en boca, exhibe aromas a fresas silvestres y moras, flores azules, grafito y tabaco. Es amable y potente a la par, expresivo, pero en absoluto agresivo; la madera de las barricas lo adorna con elegancia, vistiéndolo de cedro y toques tostados. Conjuga frescor y armonía con un final voluptuoso y elegante, y es capaz de envejecer durante décadas acumulando nuevos matices con el tiempo, como corresponde a un gran y clásico 1er Cru..