Château Haut-Bailly

Château Haut-Bailly produce unas 150000 botellas al año, provenientes de 31 hectáreas de cepas de cabernet sauvignon, cabernet franc y merlot, algunas de ellas prefiloxéricas. Los suelos de gravas con más tierra de lo que es habitual en la zona, contribuyen a que se pueda consumir con relativa premura, siendo uno de los vinos más elegantes y encantadores de Burdeos. Sin embargo, el vino, que se puede beber en sus primeros años, envejece sin problemas más allá de los veinte.

Las botellas de Haut-Bailly están repletas de grosellas, casis y cerezas, bosque y tabaco y ese toque de grafito tan propio de Burdeos; representan la esencia de Graves: fuerza, elegancia, complejidad y longevidad. Sus taninos son firmes pero dulces y hablan del gran trabajo que Véronique Sanders desarrolla en bodega. El vino luce púrpura opaco, tinta la copa y acaricia a su paso, debatiéndose entre la riqueza y lo etéreo, entre la delicadeza y la complejidad. Se puede consumir joven gracias a la elevada carga frutal y a su baja acidez, pero sus firmes taninos le permitirán crecer durante décadas.