La uva syrah es conocida también con el nombre de shiraz, especialmente en Australia, donde nace este vino. Son dos nombres distintos para una misma uva, que nos sirven perfectamente para introducir la filosofía de este productor, Michel Chapoutier, un hombre ambicioso y creativo, que defiende que los vinos deben ser reflejo del terruño, esa mágica conjunción entre suelo, clima y gentes. Un vino de syrah del Ródano, donde Chapoutier es especialmente conocido, nada tiene que ver con uno de Australia a pesar de estar elaborado con la misma uva, y no porque aquí reciba un nombre distinto, sino porque el terruño es distinto. Chapoutier es un experto elaborador y un gran conocedor de la syrah, o shiraz, pero en sus vinos, el verdadero protagonista es el terroir. Él y su equipo ponen los medios y el arte para que la expresión sea lo más natural y auténtica posible. De aquí que de forma paulatina la maison Chapoutier haya abrazado los métodos biodinámicos en todos sus viñedos.
La Maison Chapoutier cuenta con una tradición familiar que se remonta a 1808 si bien no fue hasta que Michel Chapoutier tomó las riendas de la empresa en el año 1990 que sus vinos empezaron a destacar, un amplísimo catálogo cuya excelente reputación es conocida hoy en todo el mundo. Con los años, el espíritu inquieto de este apasionado viticultor y amante del vino lo llevaron a expandir sus horizontes, tanto en el mismo viejo continente, elaborando en la actualidad vinos en Alsacia y en el Rosellón, como fuera de sus fronteras. Así llegó a Australia en el año 1997, donde si bien participó en unos primeros proyectos en otras denominaciones, acabó encontrando su terroir ideal en los Victornia Pyrenees, una región montañosa donde estableció su Domaine Tournon, con dos viñedos, Shays Flat Estate y Landsborough Valley Estate.
Shays Flat es también el nombre del vino, uno de los vinos más sobresalientes de Australia, 100% Victorian Pyrennees, de perfil distinto a los del Ródano, pero de una innegable y reconocida calidad. Fermentado en cubas de cemento y acero inoxidable y criado parcialmente en barricas de roble francés durante 12 meses, el Tournon Shays Flat deleita con sus aromas de fruta negra madura (cereza, mora) y sus notas licorosas, especiadas (pimienta) y de tabaco. En boca es rico y jugoso, con unos taninos delicados y suaves. Intenso y amable, los aromas de fruta persisten en boca, acompañados de suaves toques de regaliz negro y con una agradable acidez que hará las delicias a los amantes de la syrah de terruños del Ródano.
Otro gran vino de Chapoutier, esta vez de Australia.
