Catena Adrianna V. Mundus Bacillus Terrae

Con este Adrianna Vineyard se mirarán la etiqueta dos veces. O tres. Acostumbrados a la concentración y potencia de los vinos de Catena, aquí quedarán descolocados. Lo mejor es que lo caten a ciegas. Si su nariz y paladar están muy entrenados, quizá adivinen la variedad (malbec, con un pequeño porcentaje de viognier, apenas un 3%), pero les resultará complicado porque en este vino el verdadero y único protagonista es el terruño, la altitud. Realmente, un vino majestuoso llegado desde las alturas.

Cuesta definirlo, como corresponde a los vinos más grandes. Su equilibrio es tal, que lo que mejor podemos recomendarles es disfrutarlo a pequeños sorbos, tiene una concentración tan refinada que se deshace sobre la lengua, su sedosidad y dulzor son tales, que parece fundirse. La sutileza de cada detalle, su frescor, la elegantísima exuberancia del conjunto... Celestial. Lo disfrutarán hasta la última gota, ¡y qué lástima que no haya más! Su precio es elevado pero cada céntimo, compensado.

NOTA sobre el nombre de este vino: El viñedo Adrianna está situado a una altura de casi 1.500 msnm y lleva el nombre de la hija menor de Nicolás Catena Zapata. Los suelos de esta parcela están compuestos por carbonato de calcio y fósiles marinos que cubrieron la región millones de años atrás. Estas capas calcáreas proporcionan un buen drenaje y son ricas en rizobacterias, los microorganismos que ayudan a la raíz de la vid a soportar el estrés y absorber las nutrientes. De aquí, el término 'mundus bacillus terrae' (elegantes microbios de la tierra).