Castello Romitorio Il Romitoro

La fruta juega la parte del león: la guinda se encuentra con la ciruela madura en un complejo arenoso y con cuerpo. En boca se percibe claramente la fruta, el frescor y un cuerpo discreto: los taninos son evidentes, pero tan contrarrestados por las notas afrutadas para alcanzar un dulzor de vainilla y moca y suavizar el cuerpo intenso y pleno. El final es cálido y redondo, un golpe de gran exuberancia frutal que conserva su fuerza vital incluso después de varios años (Anne Krebiehl MW).