Can Descregut Horafosca

Las uvas con las que se elabora este Horafosca ('hora oscura', en catalán) se recogen a finales de septiembre, cuando la luz de la media tarde se torna ya tenue y un paseo por el viñedo vestido de otoño resulta absolutamente idílico. La viña de La Figuera (higuera) rememora los viñedos de antaño, aquellos en los que los monocultivos no existían, pues se trataba de aprovechar bien las posibilidades de cada rincón de tierra. Era habitual por aquel entonces que una higuera diera sombra a la gente que trabajaba el campo y a los animales fatigados tras sus arduas tareas.

A una altitud de unos 250 metros sobre el nivel del mar, y en suelos profundos y fértiles, las viejas vides y la mano del hombre regulan la carga para que el jugo de las uvas sea verdaderamente concentrado. Tan magnífica fruta se vendimia a mano y macera en frío antes de ser prensada con suavidad. Después, las levaduras silvestres de la finca se ocuparán de conducir una fermentación tras la cual el vino se criará en barricas de roble francés y castaño, madera esta última muy habitual en suelo catalán hasta que las maderas galas impusieron su ley. Las lías se remueven periódicamente para añadir cremosidad a un conjunto verdaderamente equilibrado que muestra toda la tipicidad del buen xarel·lo del Penedès.

Estamos ante un vino personal, una valiente interpretación del terruño del Penedès. Amplio en matices, con una nariz de peras, melocotones y anís, salpicada de refrescantes tonos cítricos. Boca grasa, mantecosa y finamente amarga, con el recuerdo de la propia piel de la uva, de su sequedad y aroma; opulencia de un terreno profundo en el que las viejas vides encuentran el sustento necesario para ofrecer lo mejor de sí. Vino de otoño, salino, de intensidad media y sensaciones medidamente concentradas, perfiladas por una madera que toma forma de frutos secos y recuerdos ahumados.