Bruma del Estrecho Parcela Vereda

El Bruma del Estrecho Parcela Vereda recibe su nombre de un camino angosto, una vereda, que se formó antiguamente por el paso del ganado. Actualmente, la vereda separa los viñedos y ha quedado en desuso, pero sigue suponiendo una interesante curiosidad histórica.

La parcela tiene dos suelos claramente identificables: por un lado, una ladera calcárea de arena blanca que aporta salinidad al vino y por el otro, unos depósitos más arcillosos. Las cepas viejas (42 años) de monastrell sobre pie franco, gozan, a 652 m, de una amplitud térmica poco común en parajes mediterráneos. Las lluvias son escasas y los rendimientos paupérrimos, pero la calidad de las uvas resultantes es elogiable.

El vino fermentó en inoxidable con levaduras silvestres y bajas dosis de sulfuroso para después envejecer en barricas de segundo año durante 7 meses. A la vista luce precioso color a medio camino entre el granate y el cereza. En nariz, anticipa una madurez contenida, de fruta tierna; los recuerdos terrosos se muestran con nitidez, mientras afloran los aromas especiados y balsámicos. En boca alardea de tanino intenso pero fino, buena acidez y de un particular rastro salino. Las maderas y algún destello cárnico se combinan con los aromas de cacao para acabar de perfilar un vino profundo, equilibrado y de gran franqueza que gana complejidad a cada minuto.