Barón de Chirel

Este vino se elaboró por primera vez en 1986 de modo experimental a partir de uvas centenarias, siendo el primer vino de alta expresión riojano en el que la fruta empezó a adquirir un papel protagonista. Desde entonces se produce de manera limitada y sólo en añadas excepcionales.

Barón de Chirel fermenta en tinas de madera de Allier y después realiza la crianza en barricas del mismo roble durante dos años. Una vez embotellado, descansa un mínimo de dos años más en bodega.

Un vino de color picota oscuro y cuerpo denso. Nariz intensa con importante presencia de los aromas de fruta madura y especias acompañados de toques cremosos del roble y apuntes mentolados. En boca es lleno, complejo y cálido, con taninos refinados y amplios. Final largo y equilibrado con recuerdos a paja y heno.