Albahra Garnacha Tintorera

El Albahra es la personal interpretación que los chicos de Envínate han hecho de la garnacha tintorera en los suelos calcáreos y arcillosos de Almansa. Se trata de un vino tinto que, por sí solo, nos muestra un perfil de la variedad como nunca antes se había visto. Lejos de la potencia o la extracción acentuada por las elaboraciones más comunes, el Albahra nos muestra una garnacha tintorera fresca, floral y herbácea. Su nombre, que significa “laguna”, hace referencia a los manantiales del municipio albaceteño de Alpera.

En su elaboración se emplean racimos procedentes de cepas de más de 25% años de edad, plantadas a 800 metros de altitud, que se cultivan sin productos de síntesis, se vendimian a mano y se despalillan sólo parcialmente (50%). La maceración no excede las dos semanas y tanto su fermentación como el posterior reposo de 7 meses con las lías suceden en depósito de hormigón; ambos son factores cruciales para entender el porqué de su carácter ágil y estilizado.

Es un vino de color cereza brillante, borde violáceo y capa media-baja. En su nariz se combinan la fruta roja silvestre con algún toque floral de violeta y un sutil recuerdo vegetal que nos recuerda el estilo de su vinificación. En boca es frutoso, con una buena estructura, cuerpo y potencia, pero resulta muy equilibrado gracias a su buena acidez y a su fino amargor. Es fresco y fácil de beber, largo y agradable, pero para nada exento de complejidad. Se siente en él la mineralidad del suelo en algún destello salino, mientras el vino fluye por el paladar como si de la misma agua de Alpera se tratase. Albahra es un vino lleno de vida, de los que invitan a tomar más de una copa, un vino que, de no ser por la enorme distancia que separa al viñedo del Océano, podríamos llamar atlántico.