Este magnífico monovarietal de garnacha es fruto de la colaboración entre el equipo de Comando G y la Cooperativa Agrícola de Cadalso para recuperar los viñedos abandonados de la zona, y relanzar el negocio de la cooperativa que, pese a contar con una dilatada historia (1956), no pasaba por su mejor momento.
La garnacha de la Cooperativa Agrícola de Cadalso es, en sí misma, una prueba contundente de la enorme injusticia que se comete al presumir que los vinos de cooperativa son de baja calidad. En este monovarietal de la Sierra de Gredos es fácil reconocer, no únicamente el carácter de los vinos de Madrid, sino también el perfil inconfundible de la garnacha y, todo ello, a un precio más que ajustado.
Es un vino de capa baja de intenso carácter mineral. En su nariz se combinan los recuerdos a frutos rojos de bosque con los de matorral. Sus taninos son maduros y su paso ágil, adornado de aromas de ciruelas y carbón que lo convierten en personal y delicado. Conserva aún un pequeño rastro gaseoso de la fermentación que, junto a una acidez silvestre, permite que su 14% de alcohol no resulte en absoluto agresivo. La fruta es crujiente y su aromática se ha mantenido intacta, gracias, entre otros factores a la vinificación en cemento. La sensación fría de piedras y polvo de camino envuelve la fruta y la torna elegante, añadiendo complejidad y cierto señorío a este pequeño gran vino madrileño.