Vernaccia di San Gimignano

Son muchos los que opinan que el vocablo vernaccia debe de derivarse del nombre de Vernazza, localidad de las Cinque Terre de renombre internacional. Ciertamente la variedad aparece mencionada desde finales del siglo XIV y aparece incluso en el Purgatorio de Dante. Pero como tantos otros nombres de uva, como la trebbiano, la vernaccia también debe entenderse con una etimología genérica: vernaccia sería la uva 'vernácula', o lo que es lo mismo, 'del lugar', 'local', un nombre que se adaptaría a numerosas realidades vitivinícolas y a numerosas variedades, tanto blancas como tintas.

La vernaccia de San Gimignano representa una de las vernaccias blancas más nobles de Italia y produce ciertamente los blancos autóctonos más importantes de la Toscana. Documentada desde el 1276 y admirada por san Lancerio, el asesor personal experto en vinos del papa Pablo III, es una variedad que da vinos de un intenso color pajizo, con amplios y elegantes perfumes de fruta blanca y amarilla y de almendras. Con evolución, a la que estos vinos están absolutamente predispuestos, muestran notas de flores marchitas, cítricos confitados, hidrocarburo, cáscara de nuez y pedernal. En boca, en función del tipo de crianza, que puede darse también en madera y tras una maceración con pieles, son corpulentos, equilibrados, con una sapidez exquisita, persistentes y con mucha personalidad.