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España
Idioma
CARRITO
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Sirica

La sirica es una variedad antiquísima y de origen misterioso que seguramente ya fue utilizada por los antiguos romanos para la elaboración de vino. Aunque su rastro desapareció durante siglos, en la actualidad podemos encontrarla escasamente extendida por el territorio italiano. Tras el descubrimiento en Irpinia de cuatro cepas de más de doscientos años de edad, Feudi di San Gregorio ha estudiado a fondo el ADN de esta variedad y la ha reproducido en un pequeño viñedo del que nace un vino único, profundamente mediterráneo y de gran personalidad. Sirica se presenta con un bello color rubí (es probable que el mismo nombre de la variedad proceda de "syricum", un tinte rojo muy común en la época romana) y emana generosas notas de mora, mirto, regaliz y pimienta negra, en un bouquet límpido del que cada matiz emerge con una sorprendente vitalidad. La naturaleza agreste de esta variedad es domesticada en bodega mediante una crianza en barricas de roble francés que hacen de Sirica un trago placentero para todo tipo de paladares. Un vino fresco, suave, bien equilibrado y con unos característicos taninos aterciopelados.

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Sirica

La sirica es una variedad antiquísima y de origen misterioso que seguramente ya fue utilizada por los antiguos romanos para la elaboración de vino. Aunque su rastro desapareció durante siglos, en la actualidad podemos encontrarla escasamente extendida por el territorio italiano. Tras el descubrimiento en Irpinia de cuatro cepas de más de doscientos años de edad, Feudi di San Gregorio ha estudiado a fondo el ADN de esta variedad y la ha reproducido en un pequeño viñedo del que nace un vino único, profundamente mediterráneo y de gran personalidad. Sirica se presenta con un bello color rubí (es probable que el mismo nombre de la variedad proceda de "syricum", un tinte rojo muy común en la época romana) y emana generosas notas de mora, mirto, regaliz y pimienta negra, en un bouquet límpido del que cada matiz emerge con una sorprendente vitalidad. La naturaleza agreste de esta variedad es domesticada en bodega mediante una crianza en barricas de roble francés que hacen de Sirica un trago placentero para todo tipo de paladares. Un vino fresco, suave, bien equilibrado y con unos característicos taninos aterciopelados.