Raboso

Una total desconocida. Y, sin embargo, es, tras la corvina, la variedad tinta autóctona más representativa del Véneto, aunque solo de la parte oriental de la región para ser precisos, en las colinas que dominan sobre los Alpes dando paso a la llanura del Piave, que desciende hacia la laguna veneciana. En una zona donde siempre llueve y en el que el suelo es de aluvión, esta uva resulta rústica y resistente. Así es la variedad raboso: robusta, concentrada, de las que más tardan en madurar. La raboso regala vinos auténticos, con una excelente acidez y unos taninos rústicos y duraderos que hacen las delicias de quienes buscan el terroir en estado puro. ¡De unos vinos que nacen cerca del patriótico río Piave, no se puede esperar menos! Se expresa de maravilla en tintos secos bajo la DOC Piave, en el interior de la cual se le dedica una denominación de categoría superior, la DOCG Malanotte, que prescribe la mezcla de uvas frescas con uvas pasificadas, seguida de una crianza en madera: el resultado, unos vinos más amables y envolventes que los de la denominación clásica, los cuales, por su lado, aunque se crían también en barricas, sacuden las papilas con un impacto de acidez y tanicidad. Es excelente para la elaboración de vinos passito, versión que de hecho pone de relieve ese rigor a la vez que lo armoniza mágicamente con el dulzor. Se cultiva también en la zona de Bagnoli, en la llanura al sur de las colinas Euganeas, donde recibe el nombre de friularo y da vida a la DOCG Bagnoli Friularo.