Prié blanc
Autóctona del Valle de Aosta, aunque originaria de Valais según algunos, la prié blanca es la uva plantada a la altitud más alta en Europa, hasta los 1250 metros, en la zona de Morgex y de la Salle. Se cultiva con pie franco en empinadas terrazas en la alta Valdigne, gracias al hecho de que a esta altitud la filoxera no puede sobrevivir. De brotación tardía y maduración precoz, evita las heladas primaverales al igual que las primeras nieves de otoño. Se conduce normalmente con pérgolas de baja altura para proteger los racimos, para que, estando más cerca del suelo, puedan absorber el calor acumulado durante el día. Los vinos son de color amarillo pajizo con reflejos verdosos y en nariz exhiben un perfume de hierbas de montaña y heno, si bien su característica más notoria es la mineralidad. En boca se reconoce por su marcada acidez y su delicada, casi evanescente pero muy elegante estructura, a veces enriquecida por una crianza sobre lías en acero. Son vinos deliciosos incluso en las formas menos conocidas: como espumoso de método clásico, con largas crianzas sobre lías o en cosechas tardías versión vino de hielo, como son los vinos de hielo de Morgex, uno de los escasos territorios italianos donde esta tipología de vinos puede expresarse correctamente.
Cave du Vin Blanc de Morgex et La Salle Rayon 2019
Prié blanc
Autóctona del Valle de Aosta, aunque originaria de Valais según algunos, la prié blanca es la uva plantada a la altitud más alta en Europa, hasta los 1250 metros, en la zona de Morgex y de la Salle. Se cultiva con pie franco en empinadas terrazas en la alta Valdigne, gracias al hecho de que a esta altitud la filoxera no puede sobrevivir. De brotación tardía y maduración precoz, evita las heladas primaverales al igual que las primeras nieves de otoño. Se conduce normalmente con pérgolas de baja altura para proteger los racimos, para que, estando más cerca del suelo, puedan absorber el calor acumulado durante el día. Los vinos son de color amarillo pajizo con reflejos verdosos y en nariz exhiben un perfume de hierbas de montaña y heno, si bien su característica más notoria es la mineralidad. En boca se reconoce por su marcada acidez y su delicada, casi evanescente pero muy elegante estructura, a veces enriquecida por una crianza sobre lías en acero. Son vinos deliciosos incluso en las formas menos conocidas: como espumoso de método clásico, con largas crianzas sobre lías o en cosechas tardías versión vino de hielo, como son los vinos de hielo de Morgex, uno de los escasos territorios italianos donde esta tipología de vinos puede expresarse correctamente.