Pinot blanc

Nacido de una mutación genética natural de la pinot noir, la pinot blanc es una de las variedades internacionales más extendidas. De origen probablemente alsaciano o alemán, da unos vinos color pajizo con perfumes de buena intensidad, mayoritariamente florales y afrutados con aromas de manzana y cítricos, y, según cada terruño, recuerdos minerales más o menos penetrantes. En boca son vinos amables, suaves, con una estructura media y buena acidez. Al primer impacto, guardan mucha similitud con un joven chardonnay, pero los distingue la menor propensión a la evolución de la pinot blanc, y su concentración inferior. De aquí que, si bien es una uva apta para la elaboración de espumosos con segunda fermentación en botella, se haya casi abandonado por completo su uso en la Champaña pero mantenido sobre todo en Italia, donde se utiliza para equilibrar los aportes de chardonnay y pinot noir en los vinos de Franciacorta y Trento. En Italia, por otro lado, es una variedad que se ha confundido durante mucho tiempo con la propia chardonnay. En las regiones del Friul, Trentino - Alto Adigio y Toscana se vinifica a menudo como blanco tranquilo para el aperitivo y su moderado potencial de envejecimiento permite vinficarla también para obtener blancos algo más opulentos aunque para consumir pronto.