Piedirosso
Despuésde su majestad la aglianico, la piedirosso —localmente conocida como per'e palumm, 'pata de paloma', por el color rosáceo de la raspa— es la variedad autóctona tinta más representativa de Campania. Descrita ya por Plinio, es una uva cultivada por toda la región y en general ofrece unos vinos de color rubí no muy intenso, con perfumes florales de violeta y notas especiadas, terrosas y animales ligeramente evolucionadas. En boca son un poco rústicos, ásperos y tánicos, tiene ciertamente menos estructura y potencial de guarda que los de aglianico pero son más redondos cuando son jóvenes. Por este motivo, se encuentra en mezclas con aglianico en muchos tintos tradicionales campanos, desde Caserta a los Campos Flégreos, del Vesubio al Cilento, en las islas y en los territorios de interior del macizo del Taburno y de Irpinia. Crece bien en terruños volcánicos, donde se expresa con una fantástica mineralidad, y también sobre suelos arcillocalcáreos, ofreciendo vinos más sedosos y con mayor estructura. Localmente, como en la península de Sorrento, da vida a los tintos frizzantes de la tradición popular.
Piedirosso
Despuésde su majestad la aglianico, la piedirosso —localmente conocida como per'e palumm, 'pata de paloma', por el color rosáceo de la raspa— es la variedad autóctona tinta más representativa de Campania. Descrita ya por Plinio, es una uva cultivada por toda la región y en general ofrece unos vinos de color rubí no muy intenso, con perfumes florales de violeta y notas especiadas, terrosas y animales ligeramente evolucionadas. En boca son un poco rústicos, ásperos y tánicos, tiene ciertamente menos estructura y potencial de guarda que los de aglianico pero son más redondos cuando son jóvenes. Por este motivo, se encuentra en mezclas con aglianico en muchos tintos tradicionales campanos, desde Caserta a los Campos Flégreos, del Vesubio al Cilento, en las islas y en los territorios de interior del macizo del Taburno y de Irpinia. Crece bien en terruños volcánicos, donde se expresa con una fantástica mineralidad, y también sobre suelos arcillocalcáreos, ofreciendo vinos más sedosos y con mayor estructura. Localmente, como en la península de Sorrento, da vida a los tintos frizzantes de la tradición popular.