Petit rouge

La petit rouge, por rendimientos y por calidad, es la variedad autóctona tinta más común y cultivada del Valle de Aosta. Para algunos, tendría su origen en Borgoña. Se cultiva en ambos lados del río Dora Baltea a altitudes que pueden alcanzar los 750 metros sobre el nivel del mar. En las mejores subzonas de la denominación regional se vinifica tanto como monovarietal como mezclada con otras uvas de la zona como la syrah. Los mejores resultados son seguramente los del área Torrette Supérieur. Los vinos tienen un bonito color rojo violáceo que evoluciona al granate con el tiempo, y un perfume intenso, con notas de rosal silvestre, violetas, frambuesas, arándanos, almendras amargas, y con crianza, también en madera, adoptan un perfil un poco menos rústico y más profundo, con un tanino más domado y unas notas vegetales típicas en los vinos jóvenes.