Pallagrello nero

Descrita probablemente ya por Plinio, la pallagrello tinta está resultando ser una de las uvas más apreciadas de las zonas altas de la provincia de Caserta, en la Campania septentrional. Y, de algún modo, recupera el esplendor que tuvo en el siglo XVIII, cuando, admirada por Fernando IV de Borbón, fue incluida en la colección de la Vigna del Ventagli de San Leucio di Caserta, un extenso viñedo en forma de semicírculo con diez rayos, dedicados a las diez variedades más prestigiosas del Reino de las Dos Siclias. Hoy se cultiva y se mejora como parte de la IGT Terre del Volturno: sus vinos muestran un rojo bastante intenso y son más suaves que los de aglianico mientras son jóvenes pero más estructurados que los de piedirosso. En nariz son todo fruto y fragancia, quizás con mayor profundidad tras un tiempo de crianza, y dinámicos, sápidos y persistentes en boca. Su nombre deriva de la forma redondeada de los granos de uva, como un balón (palla, en italiano).