Nocera
En el clima mediterráneo y seco del interior de Messina, en Sicilia, la nocera es la variedad autóctona más típica. Los vinos de la zona, especialmente tintos, cuentan con una historia muy antigua, que alcanza hasta los míticos vinos mamertinos celebrados por Julio César, Plino y Estrabone. La nocera se cultiva en las colinas desde Capo Milazzo a Nebrodi, sobre suelos de margas arcillocalcáreas de origen marino, con presencia de esquistos y rocas volcánicas. En su territorio destacan hoy las DOC Faro y Mamertino y cuenta con la noble compañía de uvas como la nerello mascalese y la nerello cappuccio, autóctonas del Etna. Como monovarietal, da vinos cálidos e intensos, con nariz floral y balsámica con notas de matorral mediterráneo y frutos rojos; en boca, son ligeramente rústicos, de estructura óptima, tanino marcado e importante acidez, características que también le confieren cierto potencial de guarda.
Nocera
En el clima mediterráneo y seco del interior de Messina, en Sicilia, la nocera es la variedad autóctona más típica. Los vinos de la zona, especialmente tintos, cuentan con una historia muy antigua, que alcanza hasta los míticos vinos mamertinos celebrados por Julio César, Plino y Estrabone. La nocera se cultiva en las colinas desde Capo Milazzo a Nebrodi, sobre suelos de margas arcillocalcáreas de origen marino, con presencia de esquistos y rocas volcánicas. En su territorio destacan hoy las DOC Faro y Mamertino y cuenta con la noble compañía de uvas como la nerello mascalese y la nerello cappuccio, autóctonas del Etna. Como monovarietal, da vinos cálidos e intensos, con nariz floral y balsámica con notas de matorral mediterráneo y frutos rojos; en boca, son ligeramente rústicos, de estructura óptima, tanino marcado e importante acidez, características que también le confieren cierto potencial de guarda.