Nero d'Avola

... si la nerello es la variedad del Etna por antonomasia, la nero d'Avola es la uva de referencia en el resto de Sicilia como lo es la barbera en el Piamonte o la sangiovese en la Toscana. (Daniel Cernilli)

La nero d'Avola ha sido la variedad protagonista de los vinos de Sicilia antes de la llegada de las variedades internacionales, y antes de las más recientes experimentaciones que se llevan a cabo en los suelos volcánicos de la isla. Una uva generosa y con encanto, aterciopelada y con una salinidad de recuerdos marinos, cuyas elaboraciones asumen en la actualidad un trato de gran vino, con una sorprendente verticalidad y unas largas crianzas. Variedad que encarna el espíritu contradictorio de Sicilia, dulce y amarga al mismo tiempo, la nero d'Avola ha adquirido una impresionante versatilidad: desde vinos jóvenes de fácil consumo hasta vinos dulces para la meditación. Una variedad autóctona y de raza que consigue expresar de modo ejemplar la marcada territorialidad de este lugar.

En la zona clásica de Avola y de Pachino, con terrenos calcáreos y fuertes vientes de noreste, nace el Nero d'Avola de Gulfi, un vino tradicional, con carácter, austero y vertical. Del centro de la isla, de suelos ricos en arcilla y arena, nacen auténticos iconos de la historia de esta denominación como Duca Enrico y Rosso del Conte, potentes y más amables, con una sabia crianza en madera. La zona más moderna, en la parte occidental de la isla, ofrece con Don Antonio un Nero d'Avola exótico, especiado y muy original, y con Mille e una notte de Donnafugata una interpretación similar con una pequeña aportación de syrah.