Fortana

A lo largo de la costa adriática, al llegar a la provincia de Ferrara, se entra en el territorio italiano más significativo en términos de vinos de arena, procedentes de cepas cultivadas en terrenos aireados por la perfumada brisa marina y el matorral mediterráneo, cuyas raíces se nutren de la profundidad de las arenas cercanas al delta del Po. La fuerte identidad de estos vinos ha permitido la creación de la DOC Bosco Eliceo, cuya variedad más representativa es la fortana. Uva reina en esta franja costera salpicada de dunas, bosques, valles con aires de sal y aromas de mar, la fortana se cultiva aquí desde el siglo XI gracias a la recuperación de viñedos que realizaron los monjes de Pomposa, viñedos de cepas centenarias plantadas en vaso, algunas sobre pie franco. Con poca graduación y mucha mineralidad, los vinos de fortana son muy adecuados para todas la situaciones, desde el aperitivo a los platos de pescado, siendo marcado su característico toque salino tanto en nariz como en boca.