País de destino:
España
Idioma
CARRITO
Transporte gratuito a partir de 200 €

Carricante

La carricante es la uva blanca típica del Etna, a la que, entre esquiadores y coladas, no le queda otro lugar para arraigar que sobre las antiguas terrazas del volcán a unas altitudes y exposiciones, especialmente a lo largo de la ladera sur y oriental, no aptas para la nerello mascalese. Es aquí, en la ladera oriental donde un clima más riguroso y unos marcados contrastes térmicos durante el día confieren a los vinos de carricante unos perfumes y aromas intensos. Si en el pasado se vinificó mezclada con otras variedades blancas locales, tales como la minnella o la inzolia, en la actualidad se elabora generalmente como monovarietal bajo la denominación de Etna Bianco, mostrando una excepcional mineralidad, tensión y capacidad de guarda. Los vinos de carricante lucen un color amarillo pajizo oscuro. En nariz son elegantes, con delicados perfumes de flor de azahar y de fruta blanca, manzana, cítricos, anís. En boca muestran una acidez punzante y una gran intensidad de sabor, claramente volcánico, con un posgusto mineral de pedernal. Su estructura es siempre contenida, como un vino de montaña con todas sus letras, acepta la crianza tanto en acero, para resaltar su frescura y fragancia, como en madera, para los que prefieran potenciar su carácter más complejo y amable.

Leer más
21 productos

21,80

22,95

27,85

25,10

Agotado

25,10

Agotado

46,40

Agotado

25,60

Agotado

17,30

Agotado

28,80

Agotado

17,90

Agotado

24,85

Agotado

27,30

Agotado

25,00

Agotado

39,85

Agotado

26,75

Agotado

40,35

Agotado

52,90

Agotado

123,30

Agotado

52,90

Agotado

24,55

Agotado

26,70

Carricante

La carricante es la uva blanca típica del Etna, a la que, entre esquiadores y coladas, no le queda otro lugar para arraigar que sobre las antiguas terrazas del volcán a unas altitudes y exposiciones, especialmente a lo largo de la ladera sur y oriental, no aptas para la nerello mascalese. Es aquí, en la ladera oriental donde un clima más riguroso y unos marcados contrastes térmicos durante el día confieren a los vinos de carricante unos perfumes y aromas intensos. Si en el pasado se vinificó mezclada con otras variedades blancas locales, tales como la minnella o la inzolia, en la actualidad se elabora generalmente como monovarietal bajo la denominación de Etna Bianco, mostrando una excepcional mineralidad, tensión y capacidad de guarda. Los vinos de carricante lucen un color amarillo pajizo oscuro. En nariz son elegantes, con delicados perfumes de flor de azahar y de fruta blanca, manzana, cítricos, anís. En boca muestran una acidez punzante y una gran intensidad de sabor, claramente volcánico, con un posgusto mineral de pedernal. Su estructura es siempre contenida, como un vino de montaña con todas sus letras, acepta la crianza tanto en acero, para resaltar su frescura y fragancia, como en madera, para los que prefieran potenciar su carácter más complejo y amable.